Hacia ya un tiempo que los jóvenes habían escuchado sobre la libertad.
Lo habían leído y escuchado en la internet, en twitter y en facebook...
La tecnológica les traía algo a sus pantallas que en la vida diaria estaba prohibido pensar.
El miedo, se adueñaba de todo, la represión, la violencia y el castigo echaban sus sombras sobre los jóvenes egipcios, quienes no habían experimentado en carne propia la libertad.
Cada uno lo vivía en su pantalla, en sus redes sociales, casi en silencio.
Un día perdieron el miedo, y salieron a la calle a manifestar, y así se dieron cuenta que eran muchos, muchos mas de los que podían imaginar. Y no eran solo jóvenes, había también mayores, había hombres y había mujeres.
Y de pronto el temor desapareció. Quedo la tenacidad y las ganas de luchar por la libertad.
Y cuando aparecieron los tanques y los soldados, los camellos y los caballos, y la lluvia de piedras cubrió el cielo, el miedo ya no estaba ahí. Entonces se enfrentaron. Y mas mujeres, hombres, jóvenes, adultos y ninios salieron a las calles.
Algo nuevo había nacido, mientras el mundo miraba sorprendido.
Y esta vez no fueron encandilados por promesas, ni por cambios cosméticos.
Y así llenaron la plaza Liberación, 18 días y noches....
Hasta que los que privaban de las libertades y su dictador, se dieron cuenta que esta gente había perdido..... el miedo, entonces decidieron cambiar, y el dictador se fue.....
Ahora sin miedo tendrán que construir su futuro, un futuro que comienza con una primera sensación de libertad y de solidaridad.
No siempre se encontraran todos en la plaza bajo los mismos lemas y posiblemente deban enfrentarse unos y otros, pero ahora son duenios de su destino, y son ellos los responsables de marcar el camino hacia la libertad.
(C) Quique Kierszenbaum
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